Malacarne. Cortometraje. storyboard 2004
Proyecto de Cortometraje de Martín Otaño.
Sinopsis:
Alfredo, emigrante argentino fallece trágicamente durante su trabajo en un matadero rural del norte de España.
Al no disponer de papeles reglamentados, Elena, su esposa española, habrá de sobrevivir el resto de sus días con una pensión vitalicia en carne, cortesía del dueño del matadero.
Historia a modo de cuento Borgiano, Malacarne representa un flashforward en forma de "visión" sufrida por Alfredo, en el Santuario de La Difunta Correa, a la que acude pidiéndole un futuro feliz fuera de su país, antes de abandonar Argentina.
A pesar de su dramatica visión, sentira la necesidad de continuar su trayecto, empujado por el amor hacia Elena, a la que aún no ha conocido.
Los storyboards no necesitan ser dibujos perfectos, deben mostrar claramente qué sucede en los planos. Esto me permitía defenderme bien a golpe de lápiz y difumino, con los que hice múltiples storyboards por aquella época. Poder previsualizar las películas resulta siempre una gran experiencia. En la pared de mi dormitorio colgué una enorme cartulina a la que ibamos pegando los planos, cambiándolas de orden al previsualizar el ritmo, y por tanto montándolo sin ni siquiera haberlo rodado. Salieron muchas cosas buenas de aquel proyecto y una mejora sensible en mi evolución de dibujo.
Sinopsis:
Alfredo, emigrante argentino fallece trágicamente durante su trabajo en un matadero rural del norte de España.
Al no disponer de papeles reglamentados, Elena, su esposa española, habrá de sobrevivir el resto de sus días con una pensión vitalicia en carne, cortesía del dueño del matadero.
Historia a modo de cuento Borgiano, Malacarne representa un flashforward en forma de "visión" sufrida por Alfredo, en el Santuario de La Difunta Correa, a la que acude pidiéndole un futuro feliz fuera de su país, antes de abandonar Argentina.
A pesar de su dramatica visión, sentira la necesidad de continuar su trayecto, empujado por el amor hacia Elena, a la que aún no ha conocido.
Los storyboards no necesitan ser dibujos perfectos, deben mostrar claramente qué sucede en los planos. Esto me permitía defenderme bien a golpe de lápiz y difumino, con los que hice múltiples storyboards por aquella época. Poder previsualizar las películas resulta siempre una gran experiencia. En la pared de mi dormitorio colgué una enorme cartulina a la que ibamos pegando los planos, cambiándolas de orden al previsualizar el ritmo, y por tanto montándolo sin ni siquiera haberlo rodado. Salieron muchas cosas buenas de aquel proyecto y una mejora sensible en mi evolución de dibujo.
